domingo, 22 de diciembre de 2013

Expertos exigen ampliar el uso del sustituto del sintrom, que puede ayudar a 300 navarros al año

La tasa de introducción de anticoagulantes de última generación es de solo el 12%.

El sintrom, puede ser historia. Nuevos anticoagulantes orales -conocidos como NACO- podrían ser la alternativa para unos 300 pacientes al año en Navarra.

Pamplona, 17 de diciembre de 2013. Estos fármacos no requieren de controles constantes y estrictos para medir su efecto, ni presentan las múltiples interacciones con alimentos y fármacos de los anticoagulantes clásicos, antagonistas de la vitamina K o AVK), aunque son más caros.

Su introducción en la práctica asistencial en Navarra y el resto del Estado no avanza al ritmo esperado, a diferencia de otros países de nuestro entorno, según los especialistas. Este hecho, alertan, puede ocasionar un perjuicio directo a un grupo amplio de pacientes, considerado prioritario para recibir estos nuevos agentes. "La tasa de introducción es lenta, ronda un 12%, por eso reclamamos criterios menos restrictivos en el acceso a nuevos anticoagulantes", defiende el jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), Jaime Gállego, uno de los firmantes del documento Por un tratamiento razonado y comprometido con el paciente anticoagulado, que recoge propuestas en la prevención del ictus y otros embolismos nacidas de un foro de debate celebrado a iniciativa de la Red la salud del paciente por delante.

INQUIETUD Colectivos profesionales y de pacientes han manifestado en los últimos meses su inquietud ante esta situación. Cada vez son más los pacientes que podrían beneficiarse de los NACO, sin embargo, su acceso y uso continúa siendo muy restringido. "Son la alternativa de los tiempos modernos a los anticoagulantes clásicos porque son igual de eficaces o más que los clásicos, pero mucho más seguros", explica Gállego. A este respecto el documento de los especialistas indica que la anticoagulación clásica evidencia importantes limitaciones y aquellos pacientes que presentan un mal control están expuestos a mayor riesgo de sufrir graves complicaciones como ictus o hemorragias graves. "El sintrom, un medicamento de los años 50, ha sido muy útil en la prevención de embolismos, pero tiene muchas limitaciones: su acción anticoagulante no es predecible, tiene un rango terapéutico muy estrecho, lo que supone que el paciente pasa con mucha facilidad de estar no anticoagulado a estar excesivamente coagulado de ahí que estos enfermos deban someterse a controles y monitorizaciones muy frecuentes, además, presenta notables interacciones, es decir, que muchos fármacos e incluso alimentos, como las espinacas, el brócoli, la col, la verdura verde, en general, anulan o potencian su acción. Esto no lo hacen los NACO", precisa. "Todos los anticoagulantes tienen riesgo de hemorragia, pero, en el caso de los antiguos, las limitaciones son enormes", aclara Gállego, quien añade que tienen, asimismo, un efecto anticoagulante más rápido y reversible.

Los NACO, según los expertos, representan pues una oportunidad de mejora como alternativa a los anticoagulantes clásicos. Aportan ventajas que repercuten de manera significativa, y en positivo, tanto en la reducción de eventos isquémicos (taponamiento de una arteria) y especialmente de sangrado grave, así como en la calidad de vida del paciente anticoagulado. Aunque los pacientes anticoagulados que pueden obtener un mayor beneficio adicional del tratamiento con NACO están bien identificados y priorizados en un informe del Ministerio de Sanidad, adicionalmente, y con carácter prioritario, según el jefe de Neurología, también deberían estar indicados "para pacientes que han sufrido un ictus o ataque isquémico por un ebolismo relacionado con una arritmia muy frecuente llamada fibrilación auricular, de cara a prevenir nuevos ictus". En Navarra, estos pacientes suponen unos 300 de los 1.200 ictus que se producen al año, según registros hospitalarios. La indicación debería extenderse igualmente, según lo expertos, a determinados pacientes ancianos con abundante comorbilidad (con más de una enfermedad, además de la primaria) y/o mayor riesgo de hemorragia.

PRECIO Y DESIGUALDAD Los NACO son más caros que los antiguos anticoagulantes, pero los expertos defiende que suponen una alternativa coste-efectiva a los clásicos. "Son más caros, pero esto hay que considerarlo a largo plazo. El mayor coste farmacológico es compensado por el ahorro en los costes de monitorización y, de forma destacada, en eventos evitados, tanto ictus u otros embolismos y especialmente episodios de sangrado grave, como hemorragia cerebral", indica Gállego, lo que beneficia, según los especialistas a la sostenibilidad del sistema.

Pese a sus ventajas, el ritmo de introducción de los NACO en el Estado es inferior al observado en la mayoría del resto de países europeos. Esto podría traducirse en un incremento de riesgo y un beneficio clínico perdido para los pacientes anticoagulados, alertan los expertos, que igualmente, han evidenciado la existencia de desigualdades territoriales en el acceso a esta innovación terapéutica y recomendaciones de uso dispares entre las diferentes comunidades autónomas. En la posibilidad de prescripción de estos nuevos tratamientos confluyen, según el documento, criterios científicos y éticos, y argumentos administrativos y de racionalización del gasto.

Los expertos exigen equidad en el acceso a los NACO en todo el Sistema Nacional de Salud. Actualmente, la prescripción está restringida en algunos niveles asistenciales y disciplinas médicas y no hay homogeneidad en la definición de criterios de uso e inicio de tratamiento con NACO en las diferentes comunidades. La disparidad induce a confusión, advierten, y provoca una inercia terapéutica que favorece que se continúen utilizando los clásicos, en detrimento de los nuevos, incluso en los pacientes que más podrían beneficiarse del cambio.



0 comentarios: